domingo, 21 de abril de 2019

Musa Zeitlos

Sé que no debería escribir sobre ti a esta altura.
Pero es inevitable si invades mis pensamientos y mis viajes nocturnos en el inconsciente.

Transito a través del tiempo, de montañas y valles lejanos, me recuesto a tu lado, siento tu aroma,
veo tu boca cercana, no puedo dejar de mirarla, quiero abrazarte, quiero llorar por la ternura que siento cuando te tengo cerca, quiero darte alegría, consuelo, futuro sonriente.

Por eso apoyo las decisiones que tomes, aunque esas mismas me mantengan alejado,
no puedo evitar querer estar contigo, con tus defectos y propiedades positivas,
con tu magia sin igual, con el brillo radiante que me da tu sonrisa, con el aura que exhala tu piel.

Con tu aliento divino que me hace perderme del mundo, todo desaparece en el clamor de tus besos,
quiero comer de tu boca en cada momento, tomar tu mano con ternura e inocencia. que sientas lo mismo que yo a tu lado, que nada de lo malo es tan malo y todo es posible de superar.

Sé que no quieres que reviva nuestros encuentros, me conozco a mi mismo, sé que mi memoria deberá ayudarme a olvidar rápidamente, pero no quiero en el fondo, alejar la tibieza de tu abrazo en mi cama, el suspiro jadeante que emites cuando te devoro lujuriosamente, o te toco con mis manos traviesas, me empapas de dicha, me alimentas de vida. Te amo. y quiero tu libertad.

Libre y alegre, radiante y serena. Sin embargo, te caracteriza la espontaneidad
y la locura, tal como a mí. Te pierdes en decisiones fugaces, sin pensar demasiado entregas tanto como yo, muchas veces te usan a su favor. Entiendo así tu alma herida, quiero repararla, quiero ser ese gran amor que no puedes alejar de tu corazón y que te regala una sonrisa al recordarlo.

Tienes un gran vacío aunque no siempre lo admitas, quiero sanarte pero no me dejas.

Y está bien.
No soy el que te "mueve el piso", ni a quien esperas con paciencia en casa, no soy ese con quien te quieres arrancar del vulgo de la ciudad y el ruido del sistema, no soy con quien quieres luchar por un mundo mejor, con quien quieres llorar de alegría, no soy aquel con el que dejarás que explote el arte y cada idea novedosa, no soy el que quieres llevar a ver una película al cine o a no ver una "peli" en casa perdidos en un manto de manos y piernas candentes.
No soy el que invade tus pensamientos a diario, ni por quien suspiras bajo el agua de la ducha, no soy el que te arrepentiste de dejar atrás, ni soy el que con un "hola cómo estás" hace que tu día sea mejor.

Puede que quiera darte todo lo mejor, pero no sirve de nada si para ti soy sólo un personaje terciario, el anciano que da de comer a las palomas, el que te atiende en la caja después de una fila burocrática.

Sé que no podré cargar con el peso de tu alegría, pero de todos modos, gracias por darme un "pedacito" de dicha en el loco umbral de tus ojos. Gracias por esos abrazos, por los "me encantas", aunque fueran falsos. necesitaba decirlo. aunque no quisieras que lo relate, lo que me haces con sólo tu existencia.

No quiero más

 Lo puedo racionalizar, puedo pensar en mis cualidades,
en lo que hago bien, en mis amistades, en mi camino,
en mi inteligencia y experiencia.

Y sin embargo a pesar de todo, me sigo  sintiendo una miserable mierda. Qué falta?
Aunque vaya más allá de una grata vivencia existencial.

Sé lo que necesito, desde hace tiempo,  quiero que alguien me quiera,
me busque y me amé como yo amo.
Sin cortar libertades, con comunicación, con sinceridad, con locura, con pasión.

Avance tortuoso

Siento un peso enrome en mi pecho, algo invisible pero denso.
Intento racionalizar su existencia,  le llamo impotencia.

Desearía que no existiese el placer por el dolor ajeno,  pero es una realidad.
Siento la ira en mí, es frustrante, me altera, me quema.
Conozco su origen, la soledad, la pena, la envidia que me dan los besos ajenos, las telenovelas, las series o hasta los dibujos animados tienen su felicidad en otro.
Y yo, sigo sintiéndome incompleto. me da rabia, porque a conciencia agradezco a mis amigos, mi hija y algunos de mi familia, mi fiel compañero perro, el techo que me guarda en la noche, tengo comodidades que no todos tienen. 

sin embargo a veces quisiese crear una historia desesperada de romance donde deje todo atrás y por fin esté con una persona que me llene por si misma, con sus besos, sus cariños y su desinteresado afecto. Pero no existe actualmente, siento que quien se acerca a mí no lo hace espontáneamente, me duele y se añade a esa ira que me come. Si fuese un villano sería el peor, los torturaría con el amor que tienen, los mantendría con viada mientras ven en una pantalla como su ser amado es ultrajado y maltratado cada noche, me reiría en sus caras, les narraría cuentos con las cosas que les hice y les haré.

 Me alegra tener esta cuota de amor en mi vida, me alegra trabajar la furia y transformarla en energía, de otro modo sería desesperante  aún más la existencia.

He logrado enfriar mi corazón, he logrado llegar a la conclusión serena de que nadie me desea, de que mis labios no dejan a nadie embobada por las noches, de que ya nadie se tocará pensando en is caricias o mis besos apasionados, he llegado a la conclusión de que a pesar de que no se el por qué, no soy un ser deseado, y ya está. Tal vez no fui creado para eso, tal vez era mi deber ser padre de mi hija y amigo de mis amig@s. Tal vez la vida no sea tan mala sin amar. sin desear, sin soñar con alguien,  aunque claro, los sueños son difíciles de esquivar.